Hugo Vergara cuenta esta historia:
«Una noche, Norma soñó que una voz le ordenaba traer un angelito. Norma caminó en sueños por un bonito jardín sembrado de rosas y trinitarias. En el centro había una fuente redonda construida en un pedestal, y sobre la cual un angelito desnudo, también de piedra, orinaba un agua fresca en la fuente.
«Norma trató de levantar el angelito, pero estaba fijo en la fuente, por lo que tuvo que llevarse todo el conjunto, apoyándolo en su bajo vientre, sobre el hueso pélvico. Cargó un buen trecho con la fuente y el angelito y luego tuvo otras aventuras que más tarde no pudo recordar.
«Por la mañana, al despertar fue a casa de su madre, que es mi abuela Mamafiori y le dijo: “Mamá, hoy amanecí con un fuerte dolor aquí”, y señaló con el dedo la zona del bajo vientre. Mamafiori le respondió: “Claro, Norma, porque yo te mandé buscar el angelito, no la fuente”.»
La anunciación
8:59
Etiquetas:
cuento
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