1.|| Se llama cola de mono. Mide unos 35 centímetros. Su sección decrece de forma gradual, de un centímetro en el punto donde se empotra a la rama del árbol, hasta el muñón terminal, que tendrá no más de tres milímetros. Está formada por pequeñas hojas rígidas, parecidas a colmillos, y fijadas por su extremo más grueso al eje central de la cola. La base de cada colmillo tiene forma de rombo, y su sección transversal mide un tercio de la circunferencia del eje central de la cola, en el punto respectivo. Cada eslabón de la cola, por tanto, está formado por tres dientes. En el espacio definido por los bordes de cada rombo cabe otro rombo. Así, la cola crece como una cadena de triángulos alternados.
En términos macroscópicos, está formada por seis espirales de dientes vegetales. Es de color verde oliva, aunque algunas de las hojas, sobre todo en las cercanías de la base, adquieren un color marrón, producto del mal clima de ciertas temporadas. El tiempo aproximado de crecimiento de esta cola es doce años. A causa de la posición de los dientes, inclinados 45 grados respecto del eje central, si se la acaricia en un sentido se puede sentir su suave firmeza. Si se la acaricia en otro sentido, parece que muerde.
2.|| Prescindo de una descripción física. Como sumario diré: un metro sesenta y cinco, aspecto frágil, ojos felinos, dientes parejos, cabello rojizo. Crece en la misma habitación que su madre. Sabe fingirse dormida. Su edad aproximada es doce años. Está sujeta a acuerdos entre la madre y, digamos, un padre adoptivo. En virtud de los mismos, su lugar natural es el asiento del copiloto. Los documentos pueden esperar, se dice en estos casos, y se agrega aquí tiene la ayudita. En camino ya, el hombre acaricia su cabeza de forma paternal. Ella mira las rayas blancas que pasan. Cabe la posibilidad de que si más tarde la acaricia en otro sentido, ella lo muerda.
Díptico
8:54
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cuento
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